Ricas en antioxidantes: aportan compuestos naturales que ayudan a proteger las células del daño oxidativo.
Bajas en calorías: ideales para sumar sabor intenso sin agregar muchas calorías.
Fuente de vitaminas y minerales: especialmente vitamina K, hierro y calcio.
Propiedades digestivas: su sabor ácido y salado puede estimular la digestión.
Aportan sabor sin necesidad de sal extra: perfectas para reducir el uso de sal en tus platos.
En pastas y salsas: clásicas en salsa puttanesca, con tomate, aceitunas y anchoas.
En carnes y pescados: combinan muy bien con pollo, pescado al horno, salmón y ternera (por ejemplo, en piccata).
En ensaladas: aportan un toque ácido y fresco.
En picadas y antipastos: combinan perfecto con aceitunas, pepinillos, quesos y berenjenas al escabeche.
En vinagretas y aderezos: ideales para sazonar ensaladas o dips.
En pizzas y focaccias: para sumar un toque mediterráneo intenso.
