Bajas en calorías: suman sabor sin aportar muchas calorías.
Buena fuente de antioxidantes: las cebollas contienen compuestos naturales que ayudan a proteger las células.
Aportan vitaminas y minerales: pequeñas cantidades de vitamina C, B6 y potasio.
Favorecen la digestión: el vinagre puede estimular los procesos digestivos.
Sabor intenso sin necesidad de agregar sal: perfectas para realzar preparaciones.
Picadas y antipastos: combinan perfecto con aceitunas, pickles, quesos y embutidos.
En ensaladas: aportan un toque crocante, ácido y dulce.
Para sándwiches y hamburguesas: suman textura y sabor.
En guisos y carnes: se pueden incorporar enteras para agregar profundidad al sabor.
En platos fríos: ideales para vitel toné, ensaladilla rusa o fiambres.
Como topping: en pizzas, tacos, wraps y bowls.
