Estimula el metabolismo: el picante puede ayudar a activar la termogénesis y aumentar el gasto energético.
Fuente de antioxidantes naturales: el ají aporta vitaminas A y C, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
Mejora la digestión: pequeñas cantidades pueden favorecer la circulación y estimular el sistema digestivo.
Sabor intenso con poca cantidad: al ser orgánica y más pura, aporta picor y sabor sin necesidad de usar demasiado.
Libre de químicos sintéticos: al ser orgánica, evita pesticidas y conserva su sabor natural.
Perfecta para realzar platos simples: transforma comidas básicas en algo más sabroso y aromático.
Salsas y aderezos: ideal para mezclar con mayo, ketchup, limón o aceite de oliva para dips o aliños.
Marinadas: perfecta para darle un toque picante a carnes, pollo, tofu o vegetales.
Salteados y woks: aporta un picor equilibrado y natural.
Platos orientales y latinos: excelente para ramen, tacos, burritos, curry o stir-fry.
Sandwiches y wraps: unas gotas bastan para intensificar el sabor.
Pastas y arroces: suma un toque picante y aromático.
Sopas y guisos: realza el sabor en mínimas cantidades sin opacar otros ingredientes.
Pizzas y snacks: ideal como topping para sumar un picante fresco y natural.
